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Revista IIIDCoop

 Armando Palacios
Marzo 2015

 

Sociólogo,  profesor, investigador, responsable de numerosos proyectos en materia de educación y capacitación de adultos,

 

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Fantasma que arrasa siete grandes fábricas textiles del Valle de Orizaba

Por Armando Palacios

Lunes, 01 Diciembre 2014.

 

Conocí el Valle de Orizaba en 1974 (entonces era subdirector de Formación y Desarrollo de Recursos Humanos del Instituto Nacional de Estudios del Trabajo, dependencia de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social), cuando especialistas en materia de capacitación acudimos a Río Blanco a fin de realizar un ejercicio de concientización sobre la realidad del país (México enfrentaba una crisis económica internacional provocada por la escasez de petróleo, lo que repercutía en disminución de inversión privada, devaluación de la moneda de los tradicionales doce, cincuenta, a los veinte pesos por dólar e inflación que afectaba seriamente el bolsillo de los trabajadores, entre otros) y de sensibilización al cambio con los 1,500 trabajadores de la Fábrica de Río Blanco, empresa textil cuyo sindicato, nacido en 1915, era heredero de las enseñanzas de Ricardo Flores Magón y de los ideales de la Revolución Mexicana.

 

Entonces, el Valle era modelo de desarrollo industrial. No era para menos. Durante el siglo XIX, la zona había sido bautizada “La Manchester de México”, aunque algunos más pretenciosos le decían “La Manchester de América”, llamada así por sus condiciones climáticas y porque la humedad y la abundancia de agua (Orizaba significa en náhuatl ‘Lugar de aguas alegres’) eran similares a las de la ciudad inglesa, cuna de la Revolución Industrial de los siglos XVIII-XIX.

Educare y educere en la educación cooperativa y en economía solidaria

Por ARMANDO MAURICIO PALACIOS LÁRRAGA

 

En la colaboración pasada hablé de la obligatoriedad de las sociedades cooperativas sobre el Fomento de la educación cooperativa y de la economía solidaria (Art.6, fracción V, LGSC) y señalé el poco aprecio que en México se tiene hacia la educación a pesar de sus bondades y a sabiendas de que es una disciplina que habilita, engrandece, libera, independiza, fortalece la democracia. Hoy continuaré profundizando en el tema. Para ello, parto de las definiciones. La educación es –dice el Diccionario de la Real Academia Española– la acción y el efecto de educar. “Es la enseñanza que se da para la instrucción de alguien por medio de la acción docente”. Creo que aquí, el diccionario se queda corto porque una persona se educa también por otros medios ajenos a la escuela y a la docencia, por ejemplo, las enseñanzas que se derivan de los procesos de socialización, el aprendizaje en la familia, en el trabajo o en las circunstancias que se presentan en la vida, el mismo ejemplo de otros que invitan a la imitación, etcétera. El término educar incluye también la enseñanza de las normas de cortesía y urbanidad (es una persona muy educada, se dice cuando alguien se muestra con todo respeto a los demás con comedimiento, atención y buen modo).

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